Bajo Esa Sonrisa [Capítulo 5]

5.    ¿Has sentido alguna vez que te sacan a patadas del cielo?

Los últimos dos días sólo he visto a Ángel en las noches, viene a verme a casa de Carmen, y se queda conmigo hasta que mi tía nos recuerda que es muy tarde para que él no esté en su casa… sólo hemos quedado de acuerdo en que mañana iremos al Museo de Jacamará, tuve que aguantar un regaño de mi padre por no poder ir con ellos a pescar, pero sé que lo superaran,
 

¿La verdad? Me muero por salir con él, sigo con mi sonrisa idiota y estoy feliz por cualquier cosa… ya quiero verlo mañana, hemos retrasado mucho nuestro primer beso… cosa que me aterra, altera y emociona…
 

23 de agosto
11:45 am

 
“¿Podemos vernos antes de salir?”
“Claro, ¿Dónde te veo?”
“Voy a ser sincero, no puedo ir, hablamos en la tarde”
“Eso me hubieras dicho más temprano”
 

Carmen en seguida le encontró gracia al asunto…
 

-Te dejaron como novia de pueblo, “vestida y alborotada”, cántale la de “mi vestido azul” y dile, “pero no vino, nunca, no llego” Jajaja
-¡Ash! Si me hubiera dicho más temprano me hubiera ido con mis papás, ahorita ya ni para encontrarlos…
 

Estoy muy molesta, no puedo creer que me haya hecho esto, espero que tenga una excelente excusa, sino que ni se me acerque, no pienso aguantar excusas que no me van a convencer…
 

Bueno, no voy a llorar por siempre el que me haya dejado sin salir hoy, voy a aprovechar el día, tengo muchos libros por leer, mi amiga Hazuki me regalo “Ponyo” y quiero terminar de leerlo antes de que acaben las vacaciones…
 

“Si no estás muy ocupada ¿Puedes venir a mi casa?”
Sí señor, voy corriendo… ¡Ah! ¿A quién engaño? Ya no quiero ni verlo…
 

-¿Qué paso Kurumi?- Me pregunta Carmen al ver que me levanto con el celular en la mano
-Ángel quiere que valla a su casa
-¿Vas a ir?
 

La respuesta es obviamente sí, no estoy segura de tener más opciones…
 

-Hola
-¿Qué paso?
-Perdón por lo de hace rato, tuve que ir a casa de mi abuelo, es que está enfermo
-Me hubieras dicho antes para que me hubiera ido con mis papás
-Perdón… además te hablé porque quería decirte algo… 

-¿Qué cosa?
-Es que no estoy seguro de que esto vaya a funcionar…
 

Ok, no lo oí decir eso… o sea, ¿Cuánto llevamos? ¿2 días?, es decir… ¿de verdad está terminando conmigo?
 

-¿Por qué lo dices?
-Es que me da miedo lo que vallan a decir tus papás, ¿qué tal si tu mamá se enoja?
 

Ok, a ver si entendí… ¿Qué demonios tiene que ver mi mamá en todo esto?
 

-No tiene porque enojarse, no estamos haciendo nada malo
-Además a tu papá no lo conozco, y me da miedo cómo valla a reaccionar
-Jajaja ¿crees que mi papá te golpeara sólo por andar conmigo?
 

Se quedo callado ¡Diablos! Si lo cree, ¿Qué clase de idiota es para pensar algo así de mi papá sin conocerlo?
 

-Tú sabes por qué termine con Medusa ¿no?
 

Claro, su hermano es un idiota drogadicto que quiso golpearte por andar con la fea y doblemente idiota de su hermana, ¡Todo el pueblo lo sabe!
 

-Si
-Pues es que después de eso como que quede traumado, y por eso me da miedo de lo que vayan a decirme- [o hacerte… cobarde].
-¿Aún quieres a Medusa?- [Si la respuesta es sí, no necesitas más excusas tontas]
-No, hace mucho que ya no siento nada por ella…
-¿Y qué sientes por mi?
-Me caes bien, siempre me has caído bien…
 

Lástima que “caer bien” no sea el sentimiento adecuado para una relación… No aguante más, me levante, le dije “adiós” y me fui, me siento idiota… me siento triste… y muy enojada, no tengo ganas de nada y no quiero volver a verlo jamás…