martes, 27 de octubre de 2009

Muerte Querida


¡Ya viene el Día de Muertos!, me parece curioso como por tener un día dedicado a recordar a todos nuestros seres queridos que pasaron a mejor vida dicen que los mexicanos "nos burlamos de la muerte", personalmente, para mí el Día de Muertos no es para burlarme de la muerte, para mí ese día es para recordar que la vida se acaba, tarde o temprano.

No es que me ponga a llorar desconsoladamente porque algún día morire, pero tampoco me pongo a burlarme del día final.

La muerte ha estado presente en mi vida desde que era niña, la primera vez fue cuando tenía 9 años, pero cuando realmente la sentí fue a los 10... perder a un ser querido es algo que no se puede superar con facilidad; la primera vez que la muerte estuvo cerca de mi no lo sentí tanto, puesto que la persona que fallecio, a pesar de ser de mi familia, no era muy allegado a mi.

Cuando tenía 10 años, la muerte de mi mejor amigo, me dolío muchisimo, y me afecto más de lo que yo misma hubiera esperado... al grado de que llegue a dividir mi vida, en el antes de su muerte y el después de ella.

Conforme vamos creciendo, vamos perdiendo a nuestros seres queridos, es parte de la vida, hay que estar concientes de que no siempres estarán ahí, al menos no fisicamente. Cuando tenía 15 años me di cuenta de eso, el día que fallecio mi abuelito... pero aún así, te olvidas de ella, te olvidas de que lo único seguro en este mundo es la muerte, hasta el día que regresa, y te vuelve a demostrar todo su poder.

Las dos muertes más recientes que tuve que soportar, fueron hace 1 años [27-02-08] y hace 1 mes [cumplido hoy], el día que falleció mi abuelita Chabe, yo estaba sufriendo por la huelga que hubo en la UAM, yo misma me negue a ir a Acapulco al funeral, no estaba segura de poder soportarlo, me arrepenti enseguida, me sentí la peor persona... aún no me perdono haber sido tan cobarde. Recuerdo que ese día mi hermano dijo algo que no he podido olvidar "ya estamos en la edad en la que nuestros familiares empiezan a morir".

Pase el resto de ese año si acordarme de la muerte, hasta que volví a Acapulco y mi prima me contó como había sucedido, de hecho, no había tenido el valor de ir a ver la tumba hasta que fui en agosto; y aún así, no puedo creer que mi abuelita simplemente ya no esté en este mundo.

Mi bisabuela fallecio el 27 de septiembre, yo la ví por última vez el 30 de agosto, pase a despedirme de ella, y le dije que nos veríamos en navidad, me mando bendiciones para mi y mi familia, le di un beso y me fui... el 25 de septiembre, mi hermano me dijo que estaba enferma, y que mi abuelita Chinta ya había dicho que no iba a sobrevivir.

Dos días después, en la noche, nos avisaron que había fallecido, mi hermano me abrazo, lloro, me hizo llorar, y mis papás salieron inmediatamente a Acapulco... nos quedamos solos, yo no podía parar de llorar... sentía que el último día que la vi... debí haberle dicho mucho más...

La muerte, siempre esta presente, todo los días alguien muere, si bien es cierto que el mundo no se detiene por eso, la familia y seres queridos lo sienten, se duelen, pero siguen adelante, porque la vida sigue su curso, y sólo se detiene, el día que la muerte viene por nosotros.

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